Desigual Preciados

En los últimos años resulta muy común ver edificios enteros que son comprados por cadenas de ropa para convertirlos en grandes tiendas. Así pasan de un uso residencial a comercial. Este paso tiene aparejada una intervención radical en el edificio, tanto pro dentro como por fuera. Se pueden encontrar casos en los que la intervención es más radical o menos. Generalmente en el exterior será menor, muchas veces por la protección de los edificios. En el interior rara vez queda algo de lo que fue. En cuanto al exterior, muchas veces se realiza un "vaciado", dejando solamente la parte pétrea de la fachada, eliminando las ventanas y convirtiéndolas en grandes cristaleras que dejan ver el interior, o donde se instalan grandes pantallas muy luminosas que deslumbran a los transeúntes y al propio edificio.

El caso que quiero tratar hoy es un ejemplo de buen hacer. Se trata del Desigual de la plaza de Callao. En este caso se ha mantenido la fachada lo más intacta posible, sin grandes variaciones. Eso no quiere decir que no se vea claramente que la tienda ocupa todo el inmueble.

La solución por la que optaron fue mantener las ventanas tradicionales de color verde oscuro, con sus contraventanas, pero colocando tras los vidrios unas láminas con formas de colores, característico de Desigual. Sin destacar demasiado, consiguen llamar la atención a los compradores.

En la entreplanta, ya de origen comercial, sí que hay mayor superficie de cartel, incluso con una pantalla en una ventana, pero de forma comedida.