Gran Vía 48

Hoy voy a analizar el nuevo edificio que se construyó en la Gran Vía hace unos años, el primero y, de momento,  el único de este siglo. Tras su construcción algunas personas lo criticaron, pero yo lo considero adecuado.

A la hora de hacer un edificio en una zona consolidada es necesario empezar analizando cuáles son las características de los edificios existentes, si queremos que se integre. Según el sitio habrá unas características que cobren más importancia que otras, o que estén más limitadas o menos. Así si estamos en Salamanca la característica principal será la clase concreta de piedra, mientras que en otro sitio será adecuado pintar de color, independientemente de cuál.

Aquí llega la pregunta que hay que hacerse ¿de qué color y de qué material es la Gran Vía? Para responder a esta pregunta no conviene tirar de memoria, ya que esta podrá engañarnos. Antes de haces mi trabajo fin de máster nunca pensé que en mi pueblo existieran algunos colores o algunas configuraciones de fachada, que finalmente se repetían con bastante frecuencia. Así, en la Gran Vía se repite el empleo del blanco y el ladrillo. El blanco no es puro, obviamente, pues se emplea piedra o molduras, y no materiales o pinturas plásticos, como es de esperar en edificios de más de medio siglo. Aquí parece que se integra correctamente. Se emplea un aplacado de piedra, quizás un poco más grisácea que blanca, pero dentro de los márgenes. La ejecución también es distinta: se emplea una fachada ventilada, por lo que entre las placas se dejan aperturas milimétricas que quedan marcadas. 

Otro parámetro es la volumetría: qué altura tiene, si es uniforme, grandes salientes en fachada, retranqueos... Todos los edificios están construidos al ras de parcela, este también. La altura es similar a la de los edificios de al lado, aunque esta es variable a lo largo de la calle, ya que aunque hay una altura predominante, aparecen bastantes de edificios "singulares" que la sobrepasan, como el edificio Telefónica o el Palacio de la Prensa. En la esquina aparece un elemento más alto y que sobresale. Es quizás uno de los elementos más modernos y el que más destaca. Así, podría parecer que no encajara en la vista de la calle. Pues, según mi opinión, no es así. En muchos otros edificios aparecen elementos que sobresalen en la azotea. Templetes, cuerpos elevados en las esquinas, grupos escultóricos... La Gran Vía es el lugar de los edificios importantes, por lo que cada uno tiene un elemento que le hace especial.

Lo que le distingue de los demás es el ritmo de la fachada. Aparecen grandes aperturas verticales de anchos distintos entre sí y distintos entre plantas. No parecen ventanas, ni tampoco balcones; en realidad son franjas de piedra verticales que ocultan una segunda piel totalmente acristalada.

Entonces, si hay un elemento tan distinto, ¿sigue es tanto bien integrado? Para mí, sí. No hay que pretender imitar lo que hay alrededor, ni ocultar cuándo se construyó este edificio. Simplemente adaptarse, no ocultar al resto queriendo destacar más que ellos, tomar unas características comunes y aceptarlas, pero usándolas con nuestro lenguaje y gusto. 

Eso sí, esto es mi opinión, y también se puede discutir.